martes, 7 de septiembre de 2010

5 x 03 - Mind the gap

Tras ¿tres? años por fin he vuelto a Londres. Por unos días sólo, eso sí, pero al menos puedo decir que sigue tal y como lo dejé. Más o menos. Quizá un poco más paranoico, si cabe. Lo bueno es que me sigue gustando bastante. Si no me sale lo del CERN y no consigo nada en Ginebra (likely) intentaré a ver por aquí.

Llegué allí el viernes por la mañana temprano... demasiado temprano. En pie desde las cinco de la mañana, ¡hasta hay calles a esas horas! Increíble.


¿A dónde vamos?



El London Bridge

El primer día sólo éramos dos, y lo gastamos dando vueltas para arriba y para abajo, andando por todo el centro de Londres. Lo que es andar bastante. Prácticamente vimos todos los monumentos típicos de allí, como el London Bridge (arriba).

La catedral de San Pablo también

Trafalgar Square con el Big Beng al fondo

El palacio de Buckingham

El parlamento

Piccadilly Circus

Hola paella! (sic) No lo digo yo, es lo que ponía en su cartel. No sé que sentido tiene saludar a la comida, ellos sabrán.

Una enorme cookie de chocolata

Y después de tanto andar, con sólo un miserable sandwich de M&S nos fuimos a cenar a un belga. No pretenderéis que buscáramos algo típico de la gastronomía (jijiji) inglesa.

Typical belga (n.a. La foto no es mía)

El sitio lo recomendó una vieja amiga que está ahora en Londres. Una a la que llevaba sin ver... pues sobre unos doce o trece años, cuando terminé primaria. Vueltas da la vida ¿verdad?

El sábado hicimos tiempo en la Serpentine Gallery - en Hyde Park - viendo fotos de un tal Wolfgang Tillmans, esperando a que llegaran del CSC los demás.

Vale, los colores son bonitos. Pero, igual soy yo, ¿hay mucha técnica en fotos monocolor?

Patitos en Hyde Park

Cuando ya estábamos todos nos fuimos a Candem Town. Estoy seguro de que Pablo y Leandro se acordarán del sitio.
Allí fuimos a comer a un mexicano en un puesto que había por ahí. Por poder se podía escoger chino, coreano, italiano, indio, etc. Pero mexicano fue el que más nos convenció en relación cantidad/precio. ¿Calidad? Si quieres calidad no comes en esa zona.
Por aquel entonces ya habíamos perdido a los dos polacos.


El paraíso de cualquier persona a la que le guste comprar algo de algún tipo (especialmente friki). Bueno, exceptuando quizá a los maqueros.


Desde luego, el paraiso punk. Especialmente, cyberpunk. Ese... eso es uno de los dos que había a los lados de la entrada de Cyberdog, que es exactamente el tipo de tiendas que uno espera que tengan en Blade Runner: luces ultravioleta, música techno a todo volumen, gogos, y mucha mucha ropa fluorescente. Yo estaba por acercarme a la caja y pedir una cerveza...

Hay veces en la vida de toda persona en que... no, no las hay...

Por desgracia estaba prohibido hacer fotos dentro y en Google sólo he encontrado la anterior :-(

Después ya tiramos para el centro y cenamos en un pub cerca de Piccadilly. Un pastel de cerdo y puré de manzanas. No tenían el típico de carne y riñones, lástima...

Me vi esto por la calle. ¡Latas de refresco con Stewie o Quagmire! Incluso el famoso Flameado de Mou Homer

Llega el domingo. Esta vez poco que contar, ya que el día fue principalmente de museos. Por la mañana al British, y por la tarde...

... al de historia natural. Un edificio impresionante y precioso. Tan impresionante el exterior como...


... el interior. Nada más entrar el esqueleto de un diplodocus te da la bienvenida. Y el museo es enorme. Pero enorme. Nos tiramos cerca de una hora en una exposición y después cuando miramos el mapa...


Sólo habíamos visto lo que está rodeado en rojo. Lógicamente metimos el turbo para que nos diera tiempo a visitar más.

Hasta unas escaleras al purgatorio.

Cuando nos cerraron nos fuimos a dar un paseo al Regent's park, y de ahí a Primrose Hill, desde donde se puede ver una panorámica sobre Londres curiosa.


Mi camara no da para más lamentablemente. A la derecha del todo se puede ver el London Eye, y en el centro-izquierda la zona de las finanzas. 

Candem Town nos pillaba cerca, así que cenamos allí en una de las hamburgueserías más fashion que he visto nunca: Haché Burger. Con críticas positivas en revistas gastronómicas y todo. Desde una de cordero con salsa de menta (a.k.a. hierbabuena), yogur con ajo y mermelada de grosella; hasta una con queso y mantequilla de cacahuete crujiente. Ahí es nada.

Ese día, por cierto, perdí el último metro, pero por suerte en Londres hay muchos autobuses nocturnos y de 24 horas, así que con sólo un trasbordo me dejaron cerca del hostal.

Ah, sí, el hostal. De nuevo, Pablo y Leandro: era el mismo de la otra vez. Pero no lo recordaba tan lamentable. La presión de las duchas era prácticamente inexistente, y el enchufe de la habitación ni funcionaba. Ya no más, me temo.

Un par de comentarios genéricos más. Es increíble lo alienante que pueden llegar a ser allí. Ejemplo real de la lanzadera del aeropuerto:
- The shuttle will arrive in five minutes
- The shuttle will arrive in three minutes
- The shuttle is about to arrive
- Doors opening
- Doors closing
- Departuring
- Doors opening
- Doors closing
Y así, todo. Pero ¡déjame en paz!

Por último, recordad...

Si parece sospechoso, llama a la policía*

(*) Texto real de un poster puesto por todos lados.

4 comentarios:

Perico Romero dijo...

Qué bueno, cómo me gustaría volver con usted a esos lugares. Te digo una cosa, si en diciembre estás por aquí pega una escapada por vacaciones, ahora que al menos tengo posibles. Ya buscaremos otro hostel de mala muerte, pero por favor, que tenga un lavabo en la habitación junto a las literas en el que podamos mear mientras miramos por la ventana.

Perillas dijo...

Por circunstancias variadas el día de mi vuelta será el 18 de diciembre. Si me quedo o no ya veremos.
Pero sí, una escapadiña de un par de días puede caer.

Micky dijo...

En diciembre os mato a todos! Pero sin rencores.

Manglote dijo...

El plato ese de mejillones con patatas fritas me da cosita, vaya mezcla :S

La de los patitos me gustó más, pero se lleva la palma la que pareces un árbitro enseñando una tarjeta de chocolata, jijiji.

Muakiss