domingo, 29 de agosto de 2010

5 x 02 - Lucerna / Interlaken / Menaggio

Esta entrada va con un poco de retraso, pero como comprenderéis en mis ratos libres no me suele apetecer más ordenador, así que lo voy dejando, dejando... y claro, pasa la semana. Pero bueno, antes o después subo las cosas :-)

El fin de semana pasado se encartó un "road-trip" algo hacia el norte: Lucerna, Interlaken (a.k.a. Entrelagos) y Menaggio (ya en Italia). En realidad también estuvimos en dos o tres sitios más, pero nos quedamos a hacer noche en esos tres.

Bueno, pues la cosa fue, más o menos, como sigue: el viernes salimos del trabajo un poco antes de lo habitual, nos montamos en el coche y carretera y manta. Primera parada, Lausanne. No de visita, sino para recoger al cuarto miembro de la tripulación: un italiano; quedando así constituido el grupo por un portugués, un irlandés, un italiano y un español de poco fiar, de por ahí del sur. Cádiz, creo que se llama el sitio.
Ya más tarde, casi de noche ya, llegamos a Lucerna, en la zona alemana. Una ciudad muy bonita, con su lago, su río y sus cosas. Como Interlaken. Y como Lugano. Y como Menaggio... y Como, Zurich, Lausanne, Ginebra, y tantas ciudades de estos lares. Pero era bonita, copón.

El ruso blanco más extraño que me han puesto nunca. Era bueno, though.

Imagen Suiza de postal. Ahora un  20% más idílico. Ese puente es el puente de madera más antiguo de toda Europa: construido en 1365. Desde luego sabían hacer las cosas.

Venta de bicicletas de segunda mano en la misma calle. Una pena que estas cosas todavía no se den en España.

La gigantesca estatua de un león, tallada en la misma roca, 

Ya el sábado salimos de allí en dirección a Interlaken. Compramos algo de comida para hacer un picnic por el camino, y, dado que hacía muy buen día, quizá un baño. Baño que nos dimos, aunque fue entrar y salir del agua porque estaba helada.
Como nos tomamos nuestro tiempo, llegamos a Interlaken a la hora de la cena. Comida en un restaurante indio, unas cervezas y a la cama. Al día siguiente dejamos al italiano en la estación de trenes (tenía que volverse antes) y continuamos nuestro camino en dirección a Italia, cruzando los Alpes.

Pasamos por un valle probablemente cavado por un glaciar en las montañas. Cascadas como la de la foto, por docenas.

El valle que decía.

Y visual desde lo alto de uno de los picos. A esas alturas todavía, en agosto, sobreviven algunos montículos de nieve. Y los picos más altos pues siguen nevados. Ese edificio que se ve en la parte inferior es una de las estaciones del telecabina. En invierno, esto son pistas de esquí.

Suizo a rabiar.

El trayecto siguió hasta Lugano (por cierto, el estómago se me puso en pie de guerra por culpa de la ŋæŋæđ carretera de montaña), donde cenamos, y de ahí a Menaggio.

Con... sí, con su lago.

La diferencia entre la carretera suiza y la italiana una vez cruzada la frontera era abismal. No sólo era más estrecha y peor asfaltada, sino mal señalizada. Pero por exceso. Las señales venían de cuatro en cuatro y cada 50 metros.  Pese a todo hay que reconocer que el sitio bonito era.
Casi alquilamos una lancha (no hacía falta licencia), pero al final nos quedamos con las ganas porque no quedaban :-(

Por último, el lunes hicimos el viaje de vuelta pero esta vez pagando el túnel del Mont Blanc. Y aún así la cosa se prolongó hasta seis horas.

Y ya está. Quizá gastamos demasiado tiempo en el coche y poco en los sitios, pero bueno. Los paisajes del camino merecieron la pena.


Ah, se me olvidaba. La user parece definitiva (dejemoslo en un 99.9%) así que por aquí andaré hastadiciembre, al menos. Si me dieran la fellow intentaría empezar el contrato el uno de enero, en lugar de diciembre, con lo que podría estar todo el mes allí :-D

jueves, 19 de agosto de 2010

5 x 01 - Street Parade

Como ya avisé antes de volverme para acá, el sábado me fui a Zurich a la Street Parade, que viene siendo como la malograda Love Parade pero sin sitios cerrados. Todo por el centro de Zurich (zona del lago y tal)
En principio debía estar bien. Pero esto es Suiza y pasa lo que pasa: un tiempo de perros.

Por la mañanita cogimos el tren. Uno de dos plantas moderno para ir. Para volver, nos tocó uno miserable del año de la polca. Probablemente para que si se mancha o destroza, sea algo viejo.


Por la zona céntrica, escenarios como este y montones de borrachos colgados quién-sabe-qué-más gente eufórica, disfrazada y sin disfrazas.

Pero, por supuesto, en plan saludable ¿eh? El tipo que me dijo algo tal que "éxtasis, coca, cristal..." (había algo sospechoso en él, igual es paranoia mía) es que estaba despistado. En fin, que ya podría disimular un poco.
Por cierto, lo de los tapones para los oídos, ¿no sería mejor bajar el volumen?

Uno con complejo de mono.

Y otro con su traje suizo. Sí, la carita sonriendo la he puesto yo. Porque el hombre seguramente no quiere aparecer por ahí con su careto visible.

El nombre de DJ menos afortunado - y, sin embargo, más adecuado - que nunca he visto.

Entre los camiones que llevaban las discotecas ambulantes, los había futuristas...

Y nerds.

Por cierto, no sabía que Canonical tenía ahora vinos.

Y esta foto... bueno, que no sólo en Cádiz pasa lo que pasa. Incluso en la limpia y pulcra Zurich las calles acaban igual  con las fiestas. En todos lados cuecen habas.



Cambiando de tercio, parece ser que marcha viento en popa el contrato como User with subsistence (esto es, que me paga la sección directamente), lo que significa que casi casi seguro me quedo por aquí hasta diciembre. Además, esa "subsistencia" es de hecho mayor a lo que cobro ahora (poco más, pero algo es algo) :-D
Os mantendré informados.



viernes, 6 de agosto de 2010

4 x 15 - De vuelta

Bueno, mañana me voy ya para Cádiz, lo que significa que la temporada 4 termina, y la cinco comenzará cuando vuelva. Y todo parece indicar que la serie será renovada por, al menos, dos meses más. Quizá incluso se convierta en una habitual y renueve por ¡¡dos años más!! Eso son, más o menos, entre seis y ocho temporadas extras (intentaré reducir el número de veces que vuelva, pero hacerlo por más tiempo, si me quedo aquí).

Por suerte no son estos los directivos que tienen que decidir sobre el futuro de la serie.

Como no hay ningún final de traca - los fuegos son mañana - pues subiré un par de fotillos que tenía por ahí arrumbiadas. Están hechas con el móvil, así que dejan que desear.


En esta ciudad el clima es pésimo. Horrible. Deprimente. En resumen, gris. Sin embargo, cuando hace bueno, hace muy bueno. Hasta puede uno liarse la manta toalla a la cabeza e irse a la playa el lago. ¡Hasta bañarse! Acompañado por patos, cisnes y todo.
Al fondo, la clásica Jet d'eau.


Por desgracia la cámara del móvil no tiene zoom, pero en días claros como este se pueden ver los Alpes perfectamente. Al fondo se puede ver la cumbre nevada del Mont Blanc.


Y, en otro orden de cosas, ayer hubo una fiesta aquí en el CERN. Una de las muchas que hay en verano, nada especial. El caso es que nos dio por curiosear por el edificio (cerca del LINAC y el Proton Synchrotron Booster) y las azoteas. Azoteas por las que hay que tener cuidado porque si te descuidas pasas por encima del Booster. Y si el booster está andando... bueno, el techo no está aislado y alguna que otra partícula puede salir catapultada hacia arriba y hacer cosas... cosas malas... con tu ADN.
Que esa es otra, pasando una puerta al lado de la zona de fiesta, un cartel monísimo del tipo:

Esto siempre queda resultón.


En serio, estos edificios son una caja de sorpresas. Literalmente. Bueno, como decía, nos dio por curiosear y nos encontramos unas cajas de corcho blanco en el pasillo. En medio. Miramos dentro:


El móvil no da mucho más de si con tan poca luz. Pero juraría que era hielo seco. Más que nada porque estaba muy muy muy frío (si era hielo seco, menos de -56 grados), por la típica nube de gas blanco y porque... no mojaba cuando pusimos un trozo en la mesa. ¿Quién demonios se deja una caja llena de hielo seco a 60 grados bajo cero en mitad de un pasillo por donde pasa cualquiera? Hombre, no es que sea tóxico ni nada, pero yo que sé.

Aunque teniendo en cuenta que en mi despacho había una muleta (se la llevó un tipo que se había torcido un tobillo), una cerveza eslovaca caducada desde el 2007, un Mac de los primeros; y en el antiguo hasta sartenes, platos, tazas y cubiertos... ¡hasta una papelera de estas de calle en otro despacho! ya no sé de qué me sorprendo.