domingo, 17 de abril de 2011

6 x 04 - Vilna

Con un poco de retraso, aquí va la entrada sobre Vilna, capital de Lituania.

Una de las cosas de trabajar en un proyecto a nivel europeo es que, de vez en cuando, se hacen conferencias, reuniones, congresos y similares en países miembros para… bueno, en teoría para poner las agendas en común, revisar normativas, exponer el trabajo que se está haciendo o se quiere hacer, y obtener, ya de añadidura, "feedback".

En la práctica cada uno va, suelta su rollo, recibe ataques en mayor o menor medida en función de cuanto afecta a otros equipos, y eso entre cafés, comidas y cenas.

El caso es que después de llevar varios meses trabajando en una historia de compilación, despliegue y pruebas automáticos, pues mira por donde me toca ser uno de los que van y sueltan su historia como si a alguien le importara. Lo que no está mal, porque me pagan el vuelo y las dietas, que si se es un poco cuidadoso hasta te hacen ganar algo.

Total, que para allá que me voy el viernes 8 para hacer un poco de turismo el fin de semana anterior a las conferencias. Esos días no me los pagan, faltaría, pero el vuelo sí, siempre y cuando sea igual o más barato que salir el día antes de la conferencia.

Pelín tétrico el teatro

Después de unas semanas primaverales en Suiza llego allí y me encuentro todavía invierno. Bueno, probablemente invierno para estándar sur, porque aquello en enero tiene que ser terrible. Nublado, frío y tal. Pero bueno, sin desanimarme me fui el sábado a dar una vuelta por ahí y ver que encuentro.

Nada. Como dijo Tomasz (un polaco) da la impresión que media ciudad se ha ido de vacaciones. Apenas gente por la calle y las tiendas cerradas. O no. Porque lo cierto es que el museo parecía cerrado pero sólo estaba vacío. Entre el frío y que Lituania está especialmente afectada por la crisis, poca vida hay.

El centro muy bonito y bastante cuidad, vale, aunque tampoco mucho que ver. Pero fuera de la zona céntrica la ciudad se ve bastante abandonada. Abandonada tal que el Campo del Sur está no mucho peor que sus autovías, así de abandonada.

Sus detalles soviéticos

La zona antigua

Y la zona moderna. Preciosa.

Ya terminado el fin de semana, comenzó el congreso: 1st EMI Technical Conference. Hasta el ministro de economía de Lituania apareció por allí para inaugurar las sesiones, como si no tuviera nada mejor que hacer. Que probablemente no. De todas formas resulta curioso que un ministro – y de economía – hable en público como si fuera su primera vez: voz trémula y prácticamente leyendo la presentación. Especialmente chocante en medio de una crisis, porque imagino que será del gobierno uno de los que más hable en público habitualmente.

En fin, y ya a partir de ahí nada digno de mención. Bueno, quizá merezca la pena comentar que mi jefe de grupo – quien apuesto que no se sabe mi nombre... ni los de medio grupo en realidad – se quedó dormido durante la presentación de un compañero. Dormido no de dar cabezadas o cerrársele los ojos. Dormido de estar completamente “repantingado”, sólo faltandole roncar. Un gran jefe, qué duda cabe. Huelga decir que no es especialmente popular, pero que como no da mucho mal – ni bien – pues es como una maceta en la entrada. En realidad tengo más trato con la planta de mi mesa – que heredé cuando me moví.

Otro detalle de estas cosas es que hay gente increíblemente borde y arisca. De poner a caldo la presentación de alguien fácilmente, decir, literalmente (en inglés) que “no cree que se vaya a hacer lo que dice que va a hacer”, que es “más de lo mismo y ya fue un fracaso” o “eso es una mierda”. Tal cual.

Lo de eso es una mierda fue “simpático”. Está el individuo soltando su historia “los bugs por mil lineas de cógido blablablá”, le dice uno “¿puedes retroceder dos transparencias?.... ¡eso es absurdo! ¡eso es bullshit!” Ahí, sin anestesia. Qué majo.

Por suerte a mi me dejaron en paz, por si alguien se lo pregunta.

Ya el último día aprovechamos la tarde para ir a un castillo de por allí cerca.

Que pose, que percha, que... que pena.


Y ya por último la cena “de gala”. Algo caro los 70 euros, teniendo en cuenta sobre todo que allí cenas la mar de bien, con cerveza, postre y todo, por menos de 20 euros. Pero bueno, por socializar y eso.

A la mañana siguiente, bus y para casa. Se me olvida mencionar la visita diaria al bar que había en lo alto del hotel de la conferencia (que no en el que yo me alojaba). Una planta 22 con una carta de cócteles curiosa por cinco euros “sólo”. Caro para Lituania, pero acostumbrado a los precios de Ginebra, pues genial. Además de nosotros, muchos de nuestra misma conferencia, incluido uno de mi sección sólo, con una cerveza y un portátil. No es muy social, me temo.

Un detalle curioso. En los alrededores de todos estos hoteles, con sus salas para congresos, tres o cuatro strip-club. Después dicen que eso son tópicos. Ya tienen que tener clientela para haber tres en una manzana y que ninguno cierre.

Y ya está. Pablo, aquí tienes un poco de “análisis social” de ese que me pedías en tiempo. ¿Cómo lo ves? ¿Listo para París? :D

1 comentario:

Perico Romero dijo...

Joder, Ale, ahora no que me estoy cagando cosa mala, vuelvo por aquí más tarde.