Sí, efectivamente es enorme aquello. En total hay unas 100.000 plazas entre todas las tiendas. Ojo, digo en las tiendas y sentados. Así que seguramente se supere la población de Cádiz (~129.000) en los momentos de máxima afluencia.
Otros números extraídos de la Wikipedia:
- 6.2 millones de visitantes en las tres semanas que dura
- 6.940.600 litros de cerveza consumidos
- 521.872 pobres pollos
Bueno, hasta aquí fotos del viernes. Tengo más, claro, pero no las voy a subir todas. Ahora el relato de los hechos acontecidos para ese día, que se las traen:
Después de una noche durmiendo en una tienda de campaña pasando un frío de pares de... grados, nos levantamos a las 8 de la mañana, porque, o madrugas, o te quedas sin sitio en las tiendas. Sí, es cerveza, es alcohol, pero eso no impide que de buena mañana (~10:30) las tiendas no estén llenas ya a rebosar.
Después de desayunar nos vamos hacia la zona de la Oktoberfest. Cuando llegamos a la tienda, vemos que todas las mesas están reservadas a las 15:00, así que sólo podremos estar por la mañana.
Total, que se ponen a servir cervezas, la gente canta, grita, anda haciendo eses, etcétera. Esta parte no es interesante, así que la omito.
Llega un momento en el que decido ir a tomar un poco el aire. Mucho ruído y mucha cerveza, es lo que tiene. Al salir, no me deja de sorprender que sólo son las una y media de la tarde y ya hay gente complétamente derrotada, andando en zigzag, sentados con la cabeza entre las piernas. Vamos, un fiestorro.
Me tumbo un rato al sol en un jardín que había próximo, y al tiempo decido volver antes de que empiecen a echarnos y pierda de vista a los demás. Cuando vuelvo, sólo consigo encontrar al irlandés y, al rato, a uno de los otros tres noruegos. Y ahora es cuando empieza el despropósito:
Damos vueltas, llamamos por teléfono, etc. intentando localizar a los otros dos, estando el noruego que nos quedaba ciego como él sólo. Yo me retiré a la tercera jarra, y el ya iba por la quinta, así que imaginad.
Al rato, Eoin (leído Owen) recibe un mensaje de uno de los dos noruegos desaparecidos. Reproducción no fidedigna:
Hello sir. This is the police. We have founded the owner of this phone unconscious in the floor. We have taken him to the hospital.
¡La madre que lo parió! Deprisa y corriendo a la tienda de la policía y de los servicios médicos a ver si saben algo. Nada. Mientras tanto, el noruego, que no sabe casi ni cómo se llama a estas alturas, haciendo eses y con mirada inclinada intentando "ligar" con toda la que se le cruzara. Ni que decir tiene que Eoin y yo nos tuvimos que esforzar en que no diera demasiado el coñazo.
En fin, Eoin recibe otro mensaje con la dirección del hospital, así que vamos de nuevo a la tienda médica y conseguimos el teléfono. Vamos a una cabina pública a llamar (baterías kaput) y mientras Eoin habla con el hospital, el irlandés que nos quedaba, en un despiste mío, se da la vuelta y se interna el la multitud. Otra baja.
Ya sólo quedamos el irlandés y yo, y los otros tres desaparecidos y sin contestar al móvil. Un desastre, así que decidimos volvernos al camping.
Cuando llegamos al lado de la tienda de campaña aparece el noruego restante y ¡sorpresa! el que se supone que estaba en el hospital :-\ Y lo más grande ¡con una pinta de cerveza en la mano!
Como es lógico y normal le preguntamos qué demonios hace allí, ya que se suponía que le iban a tener toda la noche en observación. Bueno, pues por lo visto cuando recuperó la consciencia le dijeron que cuando le dieran el alta tendría que apoquinar 400 euros por el tratamiento y la habitación (y por carajote, seguramente). Y el tío, ni corto ni perezoso, cuando vió vía libre se quitó las vías de suero que tenía puestas y, no se cómo, se escapó del hospital. ¡Cagate lorito! Se ve que no le hizo ilusión la factura.
El individuo este, por cierto, había ido sin saco de dormir ni nada, así que como el otro noruego no aparecía, decidió usar su saco.
Bueno, nos vamos a la "camita" sin conseguir contactar con el que nos faltaba, quien acaba apareciendo en mitad de la noche pegando vocinazos porque le habían quitado el saco. Los amigos noruegos, en noruego, le consiguen tranquilizar - mientras yo y Eoin sólo oímos esto medio en sueños - y se acuestan.
A la mañana siguiente, cuando veo al desaparecido, le pregunto que dónde se había metido. Pues dónde iba a ser, dónde nos faltaba para hacer un combo: en comisaría. Ge-nial. El motivo, pues no lo recuerda, faltaría más. Sólo sabía que le habían metido en un furgon de la policía atado de piés y manos, y le habían "guardado" hasta que se le pasara, al menos en parte, la borrachera. A juzgar por los dolores que tenía y dónde (manos, mejilla, ...) yo diría que se metió en una pelea vete a saber con quién y por qué.
Bueno, con esto empieza el sábado. Ya que nos faltaba ¿los bomberos?
Y aquí nos tomamos una cerveza. Da un poquillo de tirria, ahora que lo pienso.
Y ya a título deprimente-histórico-educativo:
Visita a uno de los sitios más alegres del planeta: el campo de concentración de Dachau. Con lo de alegre estoy siendo sarcástico, obviamente, porque con muy buen cuerpo uno no sale de allí. Aunque siempre hay algún zoquete que se hace una foto al lado de esa verja sonriendo, no sé de qué, pero bueno.
Este campo de concentración fue el primero de todos, y el modelo sobre el que se rigió el diseño de los demás.
Cifras: 200.000 recluídos en sus doce años de uso (1933-1945), 30.000 asesinados, sin contar los muertos por enfermedades y malas condiciones.
Tuvo todas las maravillosas facilidades de este tipo de sitios: crematorio, experimentos en humanos, trabajo esclavo, cámara de gas (aunque nunca se llegó a usar a gran escala, "sólo" con prisioneros individuales).
Este campo de concentración fue el primero de todos, y el modelo sobre el que se rigió el diseño de los demás.
Cifras: 200.000 recluídos en sus doce años de uso (1933-1945), 30.000 asesinados, sin contar los muertos por enfermedades y malas condiciones.
Tuvo todas las maravillosas facilidades de este tipo de sitios: crematorio, experimentos en humanos, trabajo esclavo, cámara de gas (aunque nunca se llegó a usar a gran escala, "sólo" con prisioneros individuales).